Los eventos, oportunidades para relacionarse
En el Universo de la Peluquería hay una serie de lugares que están fuera del continuo espacio-temporal que rige en el resto del cosmos. Estos lugares a los que me refiero son los eventos.
Los eventos de peluquería son lugares en los que habita toda una serie de gente con la que puedes acabar teniendo una gran amistad. Es fácil que inicies una conversación en Roma, la continúes en Madrid y la acabes en París. Tal y como digo, en estos eventos las leyes de la ubicación física no funcionan como en el resto del universo.
En el fondo, todos se parecen mucho: tienen una estructura similar, normalmente hay algún acto central o varios actos centrales y, a partir de ahí, toda una serie de actividades, más o menos lúdicas, en las que puedes y debes aprovechar para hacer contactos. Eso que antes se llamaba conocer gente y ahora se le llama hacer networking.
Los eventos nos sirven para ponernos en contacto y aprender de aquellos profesionales que son referentes. O, también, para poder contactar con marcas y casas comerciales. Sin olvidar, evidentemente, que también sirven para pasárnoslo bien; hasta muy bien, diría yo.
El Universo de los Eventos de Peluquería
Y, ¿por qué digo que esto está fuera del espacio y del tiempo corrientes? Porque llega un momento, al menos a mí me pasa, en que ya no sabes si aquella conversación o aquella anécdota ocurrieron en Budapest. ¿O fue en Praga?¿O quizás fue Ámsterdam?
Y es que, aunque todos los eventos son diferentes, en el fondo se parecen mucho. Durante los shows, o comidas, o cenas, llega un momento en que confundo los lugares y, al cabo de un tiempo, ya no se ni en qué lugar estaba.
Por este motivo, tengo la impresión de que los eventos se realizan en una especie de Universo de los Eventos. Es un universo paralelo al nuestro, poblado por toda una serie de profesionales que lo habitan, a los que con el tiempo vas conociendo e, incluso, llegas a desarrollar grandes amistades con muchos de ellos y solo volverás a verlos en el siguiente evento. Pero, si algo tienen en común todos estos eventos, es que son muy enriquecedores y muy estimulantes.
Una vez regresas a tu residencia habitual, del mundo convencional, llegas con las pilas a tope y la motivación por las nubes, pero contando los días que faltan hasta el próximo evento.
