La Profesión más bonita del mundo – Juan Balaguer – “Víctor Martínez, ¿Genio o visionario?”
Las grandes empresas crean muchos puestos de trabajo a su alrededor, enriquecen y refuerzan la imagen del lugar donde se ubica.
Podría afirmar que esta idea fue por la que Víctor Martínez Vicario trabajó su identidad, meditó sus resultados, preparó un equipo y miró a su alrededor y, con mucho esfuerzo y acertada visión, creó su marca Salerm Cosmetics.
Las empresas del futuro serán sostenibles con personas como Víctor.
Un hombre dispuesto a trabajar 24/7, con los problemas, las preocupaciones, las dudas y las decisiones en todo momento.
Durante muchos años, en la publicidad se empleaba la racionalidad, lo cual nos lleva a querer modificar nuestro entorno y convertirlo en un mundo mejor.
Víctor entendió que “La buena publicidad es la que fabrica un buen producto, la mejor publicidad es la que vende el producto y construye una marca, y la óptima publicidad es la que construye un producto, construye una marca y hace algo por la sociedad”.
Y él lo hizo.
Víctor poseía un agudo sentido de la observación, intuyó necesidades insatisfechas y su creatividad y conocimientos los transformó en productos al servicio de las necesidades de las personas.
Fue una persona de carácter fuerte, ambicioso, con gran capacidad de trabajo y un espíritu emprendedor que le hizo diferente.
Toda una obra para descubrir un personaje de referencia en las escuelas de negocios.
He vivido su lucha para ayudar a los más desfavorecidos al ser un ángel de la guarda por su racionalidad.
El cuidado de la salud física y mental para lograr el bienestar laboral es una responsabilidad y él quería una empresa con alma y formada con personas con alma.
Las empresas son las personas. Él decía “No sé cómo se consigue, pero es muy importante.”
Salerm Cosmetics nació con un deseo: crear productos, pero la razón y su corazón va más lejos y en 2008 nace la Fundación Salerm Cosmetics, para personas sin recursos con becas para la formación de este oficio, y aún da un paso más al preparar un equipo para tratamientos oncológicos para el Beauty Studio Center Barcelona, para mejorar la imagen de las personas.
Toda una gama de servicios y soluciones capilares, ortopedia , corsetería técnica, estética oncológica, micropigmentación y asesoramiento y formación en maquillaje para personas sin posibilidades.
¿Fue Víctor un genio empresarial?
¿Un visionario?
¿Un trabajador incansable y apasionado?
Era una buena persona que quería ayudar dejando el listón muy alto.
Hace muchos años, 20 o más, tenía que pedirle una colaboración.
Llamé por teléfono para poder hablar con él y mi sorpresa fue que él personalmente me invitó a su despacho en Lliça de Vall (Barcelona).
Yo no lo conocía en persona y para allí me fui.
Me enseñó lo que hoy es un imperio.
Me contó sus principios y los sueños que hoy son realidad.
Todas las veces que le he pedido su ayuda, la respuesta siempre ha sido sí.
Podría explicar su trayectoria y no parar.
Víctor tenía el corazón partido, y no me quedó claro si el orden era su familia o su empresa.
Lo que sí estaba claro es que eran sus dos pasiones.
Víctor afirmaba rotundamente que el consumidor es el que manda y para tener éxito hay que conocerlo, observar sus gustos, mimarle y atenderle.
Esto fue parte de su éxito.
Ninguno estamos en el mundo por casualidad, y menos todos los que sueñan con hacer algo grande y trabajan duro para conseguirlo.
Gracias Víctor.
J.B.
Xavier Bustamante – sobre lo escrito por Juan Balaguer
Con Víctor Martínez, tuve la suerte de poder charla con él, no más de cinco o seis ocaciones, no lo suficiente para sacar más que una pequeña impresión sobre el como era.
Lo que si que pude, fué ver e informar con suficiente profundiad, sobre su labor y el imprerio que supo crear.
Para levantar una empresa de esa embergadura y estabilidad, se tiene que tener todas las cualidades de las que hablas.
Hay que ser visionario, genio, trabajador incansable y apasionado.
Sigo creyendo que el imperio de Salerm Cosmetics, es una de las multinacionales creadas en nuestro país POR UN PELUQUERO, menos reconocida como tal.
El número de trabajadores por ellos contratados, las diversas líneas de negocio, la estructura interna que tienen, son grandes hitos por separado, pero que juntándolos como él lo logró, conforman una Gran Empresa, en todos los sentidos.
Tal vez su modestia haya sido la causa de la falta de reconocimiento de su labor y su persona.
Ahí quedan su empresa y su fundación que tantos logros sociales apoyó y siguen apoyando.
Una persona y labor, imprescindibles en nuestro sector, que aportaron valor añadido tecnológico y humano a lo que podría haber sido una ‘simple’ firna de productos cosméticos…
