…y de repente sonó el teléfono como un día cualquiera, nos estaban invitando a una fiesta
Pero era un evento especial, cada uno de los asistentes teníamos un rol, teníamos un deber a cumplir, y podíamos empezar cuando quisiéramos.
Todos teníamos un papel a cumplir, nadie se podía ir sin haber experimentado la reacción de los demás cuando participaban en “su” rol.
Eran ya las cuatro de la madrugada y decidimos estilista y fotógrafo empezar con nuestros deberes, y la sorpresa fue que la fiesta cambio de dirección.
Modelos, diseñadores, artistas, famosos…..
Todos los que estábamos allí convertimos un ático en un estudio de fotografía en menos de una hora, y empezamos a trabajar.
La dirección fue muy exigente y los personajes no podían decir “no”.
Pieles desnudas, tattos, piercings, dibujos, y todo tipo de atrezo salió de unos cuerpos magníficos y unos armarios repletos de cadenas, sedas, zapatos de vértigo… teníamos todo lo que se puede desear.
Sin entrar en mas detalles, el sol empezó a despuntar en el horizonte de la ciudad de Barcelona y el cansancio se apoderó de nosotros.
Desmontamos como si fuéramos un equipo que toda la vida ha trabajado en piña y nos despedimos de aquel fantástico experimento que nos permitió conocernos mejor a nosotros mismos y relacionarnos con personas maravillosas de todas las partes del mundo con la misma finalidad:
VIVE, RESPETA Y SONRIE
