Protagonista o espectador, ¿cambio o transformación?

En un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo

Quiero empezar mis reflexiones de hoy diciendo que “no soy un robot” y que, a diferencia de ellos, tengo miedos, inquietudes y sueños que me gustaría compartir con vosotros.

Hace ya un tiempo que escuchamos esta expresión: “vivimos en un mundo VUCA”.

Parece que queda muy bien decirlo y que, cuando lo oímos, asentimos con un movimiento de cabeza. Pero, ¿qué significa? Como todo lo novedoso, es un acrónimo inglés: Volatility, Uncertainty, Complexity, Ambiguity. Significa que tendremos que prepararnos para competir en un mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo.

En este nuevo panorama, aparece una nueva inteligencia, la inteligencia artificial, y unos nuevos jugadores, los robots. Hace un mes leía que Zara ha incorporado en una de sus tiendas de Londres robots para que los clientes recojan sus prendas de manera más ágil.

Otro estudio, ya en el año 2013, realizado por el Departamento de Ingeniería de la Universidad de Oxford, calculó que el 47% de los empleos actuales están en riesgo de ser víctimas de la automatización, quizá dentro de una o dos décadas.  ¿Y nuestro sector? ¿Tendremos robots en las peluquerías?

Los robots tienen el potencial de adelantarnos y dejar obsoletas muchas profesiones,  pero no se lo vamos a poner fácil: el éxito consiste en hacer cosas ordinarias de manera extraordinaria.

Tú decides: protagonista o espectador

¿Qué respuestas damos ante este futuro aterrador? Las respuestas ante lo que nos sucede vienen determinadas por nuestra actitud. No podemos controlar lo que ocurre a nuestro alrededor, pero sí la respuesta que damos a estos sucesos. Podemos elegir ser protagonistas o espectadores.

Siempre nos vamos a encontrar tres tipos de personas: las que hacen cosas, las que miran lo que pasan y las que se preguntan, “¿qué ha pasado”. Si estás dispuesto a tomar una postura proactiva en tu vida, entonces eres de los primeros. Nosotros elegimos ser los protagonistas de nuestra vida, nos movemos para que ocurran cosas, o espectadores, nos quedamos esperando y reaccionamos a los que nos ocurre.

¿Has probado a levantarte y decir: “hoy voy a hacer todo lo posible para estar deprimido”? Posiblemente lo consigas enseguida. Es mucho más difícil pensar al revés y decir: “hoy voy a hacer todo lo posible para que sea un gran día”.

La Ley de Causa y Efecto nos dice que, para activar un efecto, tenemos que generar una causa. Si queremos cambiar el efecto que producimos en nuestro entorno tenemos que ir a la causa. ¿Cuál es la causa? La causa eres tú, lo que piensas, lo que sientes y lo que creas a tu alrededor.

Hay una gran herramienta que nos ayuda a tener estas “varitas mágicas” y es el coaching.  Yo lo describo como la gran herramienta que tenemos para bailar con nuestra vida y con todo lo que nos pasa. Estaré encantada de “bailar con vosotros” las melodías del coaching en La Voz de los Adictos.

Gracias Javier y María, gracias a todos los protagonistas que quieren y pueden, porque como dice una gran frase:

“La cantidad y calidad de oportunidades que tenemos en la vida es directamente proporcional a la actitud que tenemos frente a ella”.

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