Visita al Museo de peluquería Raffel Pagès

En la imagen, Carol Pagès

En el Museo Raffel Pagès

Haciendo un pequeño paréntesis en el retiro al que voluntariamente me he sometido, invitado por Carol Pagès a través de Santi Gallego, acudimos junto con María, a esta visita guiada del Museo de Peluquería Raffel Pagès.

Ha sido un evento al que me aproximé con reticencias, pero del que he salido totalmente encantado.

Reticencia sentimental porque no creo que haya un espacio en el que se pueda apreciar más la ausencia de Raffel, que en su museo.

Eso todavía duele, que queréis que os diga.

En fin, salvado este único escollo, pudimos disfrutar de una experiencia de reencuentro con amigos y con el museo, redonda y enriquecedora jornada.

Iniciamos el día desayunando en la Cervecería Catalana, local emblemático del universo Raffel Pagès, reencontrándonos allí con multitud de hermanas almas inquietas, venidas desde todo el país a la tan poco habitual convocatoria.

Divididos en dos grupos por lo numeroso de la asistencia, fuimos guiados por el excelente Cicerone del museo, un muy bien aprovechado espacio, preñado de la historia de nuestro sector y que Raffel supo atesorar para delicia de todo aquel que inquietamente quiera acercarse, a esta mínima parte visible de la colección.

El resultado armónico del corto viaje, nos impactó en imborrable experiencia, de aquellas que te dejan con ganas de más y de la que no se quiere ver el final.

A remarcar las explicaciones del guía, historiador curtido en varios museos y exposiciones, pero también colaborador del propio Raffel, por lo que resulta conocedor tanto de la historia de las diferentes piezas, como de la memoria de sus adquisiciones.

Me entusiasmó ver que, a pesar del ruido creado por el resto, todavía resisten un grueso de inquietos profesionales capaces de apreciar y de movilizarse para apreciar joyas como lo son el inmensurable legado con el que Raffel Pagès nos obsequió.

Desde aquí, personalmente, agradecer a Carol Pagès su invitación al evento, y como componente del sector, agradecerle el esfuerzo de mantener el legado de su padre, intentando divulgarlo para contagiar a los huérfanos de cultura peluquera que la partida de Raffel generó.

Un trocito de lo que Raffel Pagès fue, mostrado con mucho cariño y eficacia pedagógica.

¡IMPRESCINDIBLE VISITA SI AMAS LA PELUQUERÍA!!!

 

 

 

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