Erika Vera nos cuenta su opinión sobre lo Eco-verde y la peluquería
El cuidado del planeta es una responsabilidad de todos y, como sociedad, hemos avanzado gracias a la educación y a que en cada generación, la sensibilidad y la conciencia aumenta.
En ocasiones y por una cuestión intergeneracional, puede parecer que tiempos pasados fueron mejores, pero lo cierto es que cada época se ha enfrentado a diferentes retos y ha ido encontrando diferentes soluciones, aunque en ocasiones esas acciones provoquen nuevos problemas que a su vez resolverán sus coetaneos.
En nuestro oficio nos encontramos con desafíos que las empresas están tratando de superar y nos encontramos con propuestas interesantes para reducir la producción de plásticos, generar menos deshechos y ser menos dañinos para el ambiente y la salud.
Prueba de ello es que cada año que pasa, somos conscientes de la toxicidad de los productos, se intentan reducir, aparecen coloraciones más naturales y podemos ver un movimiento “eco”.
Quizás debemos estar alerta, pues algunas compañías simplemente realizan un greenwash, o lo que es lo mismo, maquillan con herramientas de marketing una realidad nada green!.
Pero creo que estamos en el camino y que los grandes cambios no suelen ocurrir de un día para el otro.
No es fácil adaptarse y el relevo generacional viene pisando fuerte, para ellos será más sencillo crear nuevos hábitos de consumo, de higiene y de cuidado del entorno.
Pero no podemos conformarnos con ver la vida pasar y debemos buscar sistemas que nos lleven un paso más cerca del ideal, que contribuya a mejorar la sostenibilidad de nuestra profesión.
Reutilizar, reciclar, reducir…
En ocasiones descargamos nuestra responsabilidad en grandes empresas y gobiernos!
¡Pero aunque no lo parezca, como consumidores, todas nuestras decisiones pueden ayudar, por pequeñas que sean!
¡Somos muchos y pequeños cambios entre tantos generan los grandes cambios!
¿Sabemos a qué compañías estamos apoyando con nuestro dinero?
¡Porque podemos escoger y tenemos ese poder!
¡Cuantos más nos decantemos por propuestas más sostenibles, los demás querrán competir en ese terreno!
Como compañeros podemos ayudarnos a difundir ideas y proyectos que valgan la pena apoyar.
Quizás lo más difícil es cambiar los hábitos que ya tenemos, así que vayamos a por uno, y luego ¡a por otro!
Poco a poco lo conseguiremos.
En nuestro caso no tenemos bolsas de plástico, intentamos generar menos desperdicios, reciclamos los posos del café, y aunque estamos muy lejos de tener una barbería eco dedicamos tiempo a pensar cual puede ser el próximo paso que podemos dar para hacer de nuestro paso por esta tierra algo menos destructivo.
¡Soy optimista por naturaleza y me quedo con una maravillosa sensación ya que se que los que vienen detrás van a seguir el camino del cambio y será para mejor, seguro!