Navegamos

 

Navegamos

Dándole vueltas a la cabeza, he pensado que nuestra empresa es como un barco, que navega por el océano.

De pronto lo hace con la mar en calma y en al momento con la mar embravecida.

Además, las corrientes nos llevan en una dirección y el viento nos impulsa en otra.

Para poder mantener el rumbo debemos de tener en cuenta estos factores mientras se navega.

Los elementos que tenemos que tener en cuenta son:

Los clientes, puesto que sin ellos no hay empresa.

Las condiciones del mercado, que son cambiantes, y como nos ha sucedido ahora, aparece un VIRUS, y pone a todo el mercado, patas arriba, aparecen nuevos competidores, los sectores crecen, decaen, las leyes que en un momento nos pueden perjudicar, como sucedió con el IVA.

Toda empresa tiene deseos de mejorar, de ser rentable, y reconocida.

Vivimos en un mercado muy cambiante, por tanto el que más rápido y mejor se adapte a los cambios mejor futuro le espera, para ello hay que estudiar muy bien a la competencia.

Saber qué están haciendo y cómo, observar la calle, y no sólo ver qué hacen los competidores de nuestro sector, hay que estar pendiente de lo que se hace en otros sectores y que funcionan.

Un objetivo fundamental para cualquier empresa es la de mantener a los clientes que ya tenemos y captar nuevos, y en este proceso muchas veces nos olvidamos de nuestra cartera de clientes y nos confundimos pensando que son y serán para siempre.

Cometemos un grave error dedicándole más y mejor atención al nuevo que acaba de entrar por la puerta.

La tecnología también ha llegado a nuestro sector y no me refiero a los programas de gestión que doy por hecho que toda empresa tiene instalado en su ordenador.

Me refiero a diferentes aplicaciones para que, por ejemplo, el cliente pida su cita, una app en la que podemos ver los cambios de color…

No entro en si son buenas o malas, simplemente digo que es tecnología qué podemos adaptar y ofrecer algo nuevo para los clientes.

Wella ha sacado en modo experimental en EEUU un espejo en el cual te ves con un nuevo color de pelo…

Estos pequeños avances son como el viento que hace que de vez en cuando tengamos que modificar el rumbo de nuestro barco.

En fin tenemos que llevar el barco a puerto, ¡Ah! y algo muy importante

Nunca amarres demasiado firme el barco, porque si viene un fuerte temporal, podría hundirnos el barco

Tu empresa no tiene que permanecer inmóvil, recuerda que la sociedad está en constante movimiento…

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